En pequeñas horas me hundía en profunda lectura, me di cuenta de que era como respirar el perfecto alimento, fue cada segundo de increíble alimentación. Había noches que al terminar de leer pasaban mil cosas por mi mente, preguntas y más preguntas y en la siguiente lectura todo era respondido.
Una noche a las 12:30 salí del camarote, y vi el mar profundo e inmenso para mi pequeña vista, sentí un frio descomunal, como si en cualquier segundo mi sangre se congelara, respire profundo y al exhalar salieron las palabras “no estoy solo, tu presencia va con migo”. Al volver en sí, me di cuenta que la embarcación estaba a metros de mi, yo era golpeado por inmensa marea, pero ¿Cómo? -me pregunte- ¿En qué momento ocurrió? y en otro segundo fui golpeado por algo duro que tronaba mi cráneo, caí en otra profunda confusión y desmaye.
En pequeños brotes de conciencia sentía la salada agua entrando por mis pulmones, lo sabia ¡moriría! no se cuanto paso, ni cómo, pero fue ahí donde entendí, cuando desperté en la cubierta escupiendo agua salada.
Había sido rescatado de una muerte segura, no podía hacer nada por mi mismo, en mi condición era como si hubiese estado muerto, antes de saber que moriría, en mi pensar quedo escrito “Gracia Soberana” y fue ahí donde entendí aun mas.
Hola Oznar.
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