viernes, 2 de abril de 2010

Algunos de mis textos



En espera.
Soy, un caminante, trota mundos en tus ojos me ves y no me conoces, no soy de donde vengo, tampoco de donde estoy, te regalo el buen texto, mi hogar es mas ahí de la vista humana, mas aya del entendimiento, adonde solo se llega por la fe y solo cuando el padre quiere, despierta caminante antes que el día se acabe, gritare al llegar a tu ciudad espero escuches.
Oznar S.
Cuenta me.
Cuenta me, contando historias,historias de viajeros en el tiempo
Pinta me, pintando, la expresión de máximo amor que nunca nadie a entendido
Describe me, escribiendo con la tinta de mis ojos y la pluma de mis dedos, buenos días, que no tarden en llegar
Piensa me, sabiendo que la pluma no es nada, ni el artista sino, El, que da el aliento.
Oznar S.

Volando entre lineas.

Te espero en el bosque Takebayashi, estaré citando poemas y volando entre lluvias, hablaré del tango de la vida con David Garrick, mientras tus pisadas suenen a Marcel Marceau, pues tus ojos me dibujan, todo tu mundo, mas que el incendio de mis palabras ahogadas en mi tiempo, mas tus respiros en unísono segundo se abrazan con tu palpitar, debo admitirlo mas musa que mujer, mas viuda que mía, pero al final portas el abrasador tempo de un día mas, dame del vino de tu respirar, que en suspiros me vas matando y dejas escrito en mí, escuchas un adios, un adios abrasador y lento quizas como Piazzolla le diría hasta nunca nonimo, que locura, tu piel se abraza cual paloma a galope de mis inquietudes y en un interminable pensar se dibuja tan etereo, pero dejame, gritaré
con el silencio de un beso, asesino, dejame, gritaré mientras abrazo el cuerpo que el mal tiempo y la nostalgia dibuja en mi memoria, dejame, que no quiero mas verte te gritaré, con gritos tan ensordesedores que solo los escucharas al mirarme a los ojos, te gritaré, dejame, porque ni el drama ni el tiempo me son suficientes para pedirte en fragiles instantes no te vayas, pues no es el amor aún.
Cuerpo mujer, es la mujer que sin cuerpo se ha descubierto tras tus sonrientes instantes, es la mujer verso que se esconde cual Sur le fil en la partituras de un francés, como el deseo palpitante de un texto del poeta que nunca encontre en mis líneas, o quizas solo la ocasión momentánea de que te dibujes en Dickens o Whitman ó quizas solo has sido atrapada en una imagen que chasqueo Brassai y los sueños bajo el faro de Cerbèr donde dos o mas aves volaban en busca de tu mirada, donde se pierde la distancia de tus pies a tus sueños, en irreprensibles textos, te dejaré, te dejaré cual soñador a cuba, cual caballero a su princesa para ser arrebatado de mi vida, te dejaré lo prometo, no ne me retracto de confesarlo, te dejaré y no lo niego, te dejaré en enorme verso pinta. Y aunque quiera quizas, Stephan Mallarme lo hizo mejor que yo, pero sus letras te dibujan, aunque por última vez, como despedida (¡Vives! ¿Oh aquí la sombra miro de una princesa? A mis labios tus dedos, sus anillos y cesade andar por ignoradas edades... S Mallarme)

Oznar S.

Un muerto en vida.
Mientras moria, cicia muriendo un muerto viviendo
Sin camino, ni fuerza, con una naturaleza tan muerta
caminando asia un final sin vida, con mas agonia en mi porbenir
que libertad, huesos y no mas, fantasma de mi maldad,
sin entendimiento sin nada mas que muerte.

Cual sonido en la obscuridad,cual silencio en un estruendoso sonido,
cual vida que reanima, me inpactaste, sin tener nada que darte,
ma salvaste, me limpiaste y en un segundo me lebantaste,
como agua viva en una eterna sed, verde pradera en la desolacion
y como el cantar de las aves para quien de nuevo esucha, es tu nombre
a mi, santo Dios.
Oznar S.

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